PATATAS A LA IMPORTANCIA CON ALMEJAS
Pocas cosas me hacen disfrutar tanto en la cocina como volver a las recetas tradicionales. La cocina de siempre me relaja porque no necesito ninguna guía ni seguir pasos que no me salen instintivamente. La propia receta te va pidiendo lo que necesita, más líquido, subir el fuego o bajarlo un poco, algo verde... al fin y al cabo es la cocina de nuestras raíces.
Las patatas a la importancia surgieron en una época de escasez donde había que echar mano de la imaginación para alimentar a la familia con muy poquito. Las sopas de pan, las de ajo, los bizcochos sin huevos... en definitiva el arte de elevar de categoría unos ingredientes muy básicos y por supuesto muy económicos.
Un guiso tan extraordinario a base de simples patatas, lo convertimos en un plato más sofisticado y marinero añadiendo almejas, aunque también podemos encontrar versiones con jamón, langostinos, pescado... pero la base es la misma, un delicioso y sencillo guiso de patatas rebozadas y fritas que se terminan de cocer en una salsa.
Ingredientes (2 personas):
- 2 patatas grandes
- 300 gr. de almejas
- harina para rebozar + 1 cucharada para la salsa
- 2 huevos batidos
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- aceite de oliva virgen extra
- perejil picado
- azafrán (1/2 bolsita o 3 o 4 hebras)
- 1 vasito de vino blanco
- 1 vaso grande de agua
Elaboración:
1. Abrir las almejas en un cacito con 1 vaso grande de agua y unas gotas de aceite a fuego medio-alto. No hace falta añadir sal, es mejor rectificar al final de la receta si fuera necesario. En cuanto se abran retirar el cazo del fuego, colar las almejas y reservar el caldo para la salsa. No está de más recordar que las almejas que no se hayan abierto hay que descartarlas.
2. Pelar y cortar las patatas en rodajas de 1/2 cm. de grosor. Si son demasiado gruesas tardarán demasiado en hacerse y si son demasiado finas se romperán.
3. Sazonar las patatas con sal y pasarlas por harina y huevo batido.
4. Freír las patatas en una sartén con un dedo de aceite de oliva, a fuego medio, dándoles la vuelta para que se doren por los dos lados. Sacarlas de la sartén y dejarlas en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
5. En otra cazuela o en la misma sartén quitando casi todo el aceite, sofreír en primer lugar el ajo picado, en cuanto empiece a tomar un poco de color incorporar la cebolleta picada y pochar hasta que esté blandita y transparente.
6. Añadir 1 cucharada de harina y el azafrán. Remover con una cuchara y agregar el vino blanco.
7. Inmediatamente agregar el caldo que reservamos de las almejas y remover con la cuchara hasta que liguemos la salsa.
8. Ahora disponer las patatas en esta salsa y poner a fuego medio-bajo hasta que estén hechas por dentro, lo que comprobaremos pinchando alguna de vez en cuando. Es importante no tocar las patatas, no hay que darles la vuelta sino mover la cazuela con movimientos de vaivén para que no se rompan.
8. Si es necesario añadiremos un poco de agua si vemos que se están quedando sin caldo, pero manteniendo el fuego medio-bajo no suele ser necesario. Cuando las patatas estén tiernas comprobamos el punto de sal y por último añadiremos las almejas y un puñado de perejil picado. Dejaremos un par de minutos para que se calienten las almejas y ya hemos terminado.