PATATAS A LA IMPORTANCIA
Empezamos una nueva semana y parece que últimamente me van los clásicos, porque este plato es otro de los más típicos de la cocina popular española. Es otra receta que tuvo su origen en la posguerra, y al que le puso el nombre habría que darle un premio por el sentido del humor y otro por ser capaz de hacer algo tan bueno con un solo ingrediente básico. A lo largo de los años se han ido incorporando más ingredientes, entre los más conocidos está la variante con almejas. La salsa también se hace de varias formas, yo le he puesto agua y vino pero algunas se hacen con caldo y otras con leche. De cualquier manera es difícil imaginar que salga tan bueno un guiso sólo de patatas que puede servir tanto como plato principal, lo que era en su origen, o como acompañamiento de carnes o pescados.
Así las hago yo:
Ingredientes:
- 800 gr. de patatas
- harina para rebozar
- 1 o 2 huevos batidos para rebozar
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- unas hebras de azafrán
- perejil
- 1 cucharada de harina
- 1 vaso de vino blanco
- 1/2 litro de agua
Elaboración:
Pelamos las patatas, lavamos, secamos y cortamos en rodajas de medio centímetro de grosor. Las salamos, las pasamos por harina (sacudiendo el exceso) y huevo batido y las freimos en aceite de oliva. El aceite debe estar caliente pero no demasiado para que las patatas salgan de la sartén un poco hechas por dentro pero doradas por fuera. Según las vayamos sacando de la sartén las ponemos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Del aceite en el que hemos frito las patatas reservamos dos o tres cucharadas solamente, y sofreímos una cebolla picadita. Aparte, en un mortero majamos el diente de ajo, con un poquito de sal, las hebras de azafrán y el perejil.
Cuando la cebolla esté transparente, añadimos lo del mortero. Removemos y añadimos una cucharada de harina, dejamos que se tueste un poquito y ponemos el vino blanco para diluir todo esto. Por último agregamos el agua, volvemos a poner un poco de sal y ponemos las patatas en este caldito para que se terminen de hacer.
El tiempo es aproximado, si las patatas han quedado demasiado crudas al freírlas pues lógicamente tardará un poco más. Lo importante es no darles vueltas para que no se rompa la capa de rebozado, sino hacer movimientos de vaivén con la cazuela. A veces en media hora están hechas y a veces cuesta más así que iremos pinchando las patatas para comprobar que todas están tiernas.
El que no conozca esta receta tiene que probarla sin falta!