PASTEL DE CHOCOLATE
Hace días que no traigo nada dulce y ya tocaba, así que hoy vengo con un pastel de chocolate maravilloso. No es un bizcocho, lleva sólo una cucharada de harina, y es casi como una mousse por dentro pero un poco más consistente. Es de estos pasteles que cuando te lo llevas a la boca se te saltan hasta las lágrimas!
He leído un artículo de una nutricionista que empieza diciendo que cuando el alma llora, el cuerpo te pide azúcar. En mi caso es al revés. Mi cuerpo me pide azúcar y por eso acabo llorando cuando me subo a la báscula, jajaja. En fin, mañana pienso tirar la báscula.Vamos con el pastel, creo que va a gustar a los que no se les da demasiado bien el tema de la repostería, o sea como a mi. Si yo puedo, cualquiera puede, y lo digo totalmente en serio.
¿Empezamos?
Ingredientes:
- 200 gr. de chocolate negro (yo he usado Nestlé postres)
- 200 gr de mantequilla
- 250 gr. de azúcar
- 5 huevos
- 1 cucharada sopera de harina
Elaboración:
Derretimos al baño maría el chocolate con la mantequilla.
Para el baño maría antes me complicaba la vida con un cacharro dentro de otro, pero el tamaño no me iba bien nunca, así que mira que fácil: sartén grande con agua y bol de cristal.
Encendemos el horno a 180ºC.
Cuando el chocolate esté totalmente fundido con la mantequilla, lo retiramos del fuego y añadimos el azúcar. Lo vamos a dejar que se temple, que quede casi frío.
Ahora añadimos los huevos enteros de uno en uno, mezclando con una cuchara sin más. Hasta que no integramos uno no añadimos el siguiente. Va a quedar una masa totalmente viscosa pero de eso se trata.
Por último añadimos la cucharada de harina (espolvoréala por todo, no la eches de golpe que es más difícil) y seguimos mezclando hasta integrarla.
Ponemos la mezcla en un molde engrasado con mantequilla y lo metemos al horno durante 25-30 minutos.
Nos va a quedar por arriba una capa agrietada (se ve en la foto) muy finita, a mi me encanta ese aspecto como roto. Dejamos templar un poquito y ya lo podemos desmoldar. No os lo perdáis porque es sencillamente delicioso y facilísimo.