FRESAS CON LECHE
El otro día alguien me dijo que una de las mejores cosas que tiene un blog de recetas es comprobar que aunque tú no lo creas, eso que llevas haciendo toda la vida igual seguro que para otros es una novedad. Puede ser un guisado, una verdura o un aliño para la ensalada, y al fin y al cabo de eso trata un blog de cocina, enseñar aquello que haces habitualmente o que experimentas por primera vez y quieres compartir.
Ésta es la forma más habitual de comer las fresas en mi casa y es más simple que el mecanismo de un chupete, pero al final me he decidido a publicarla por si acaso, quién sabe si hay alguien que no las ha hecho nunca así y le doy una buena idea.
Estamos en temporada de fresas y muchas veces me pasa, supongo que como a todos, que compro fresas pensando hacer algo especial pero luego me da una pereza espantosa ponerme a ello y las voy dejando en la nevera, y un par de días después ya no están bonitas. Y antes de que además de feas estén incomibles, pues... fresas con leche!
Así que para los que ésto sea una novedad, sólo necesitamos fresas, leche y azúcar, y como siempre tenemos en casa y no tienes que salir a comprar nada especial, no te va a dar pereza hacerlas.
El único "secreto" es que hay que esperar unas cuantas horas, cuantas más mejor para que la leche coja todo el sabor de las fresas. Lo mejor es hacerlas por la noche y al día siguiente a mediodía están buenísimas.
Ingredientes:
- 400 gr. de fresas
- 1/2 litro de leche
- 5 cucharadas de azúcar
Elaboración:
1. Lavar las fresas y cortarlas en rodajitas.
2. Añadir el azúcar y remover bien
3. Cubrir totalmente con leche. He puesto medio litro pero en realidad lo hago siempre a ojo, lo importante es que estén cubiertas totalmente. Remover bien para disolver el azúcar.
Hay que dejarlo en la nevera (tapado) por lo menos 8 horas. No se aprecia en la foto pero la leche adquiere un tono rosadito.
Voilà, el postre más fácil que se puede hacer con fresas.