SOPA DE POLLO CON FIDEOS
Como todos sabemos estar a dieta es difícil entre otras cosas por lo aburrido que es comer casi siempre lo mismo. Si no tuviera este blog me limitaría al pescadito a la plancha día si y día no, que también lo hago, pero como sé que somos muchos los "sufridores", me he propuesto sacar algunas recetas para engañar a la vista y al gusto y no te parezca que estás a dieta. Y sobre todo, si tienes que hacer la comida para la familia, mejor hacer algo que también les guste y te evitas hacer cosas diferentes para los demás.
Alguno habrá pensado cómo tengo la cara de publicar una triste y simple sopa de fideos, pero... es que mi sopa está de muerte, vale? jajaja, o es que una sopa de fideos no tiene lugar en un blog de cocina? Y cuánta gente hace una sopa que parece aguachirri? Pues mucha, ya os lo digo yo, y aunque no estés a dieta esta sopa merece la pena. Esto no es abrir un cartón de caldo y echarle unos fideos, esto es una sopa como Dios manda y con muy poca grasa.
Ingredientes (4 personas):
- 1 y 1/2 litro de agua
- 2 traseros de pollo
- 2 zanahorias
- 1 puerro
- 1 cebolla
- 1 tomate maduro
- 1 diente de ajo
- 1 puñadito de fideos por persona
- sal
Elaboración:
Hoy he utilizado traseros de pollo camperos que le van a dar más gusto al caldito. También se podría hacer con pechugas, pero francamente, la pechuga hervida es de lo más seco que existe para mi gusto y ésto se trata de que esté délicieux! Así que hay que entretenerse un poco y quitarles la piel y toda la grasa visible que podamos.
Lavamos las verduras, el puerro que no quede nada de tierra, pelamos las zanahorias, la cebolla y el diente de ajo, y le damos un corte en cruz al tomate.
Ponemos el pollo y las verduras en la olla a presión y lo cubrimos con agua, más o menos 1 litro y medio. Añadimos sal y dejamos el tiempo necesario. En mi olla se hace en unos 13 minutos aproximadamente.
Si no utilizas olla a presión, puede llevar al rededor de una hora, pero vigila que no se quede sin agua o no habrá suficiente caldo para la sopa.
Cuando esté hecho sacamos el pollo y lo dejamos que se enfrie un poco para quitarle los huesos y dejarlo troceado para el final. Tápalo para que no se seque.
De la olla rescatamos si podemos la piel del tomate y trituramos todo para que quede muy fino. Si le has puesto poco agua, o se ha consumido demasiado, va a quedar como una crema y ya no podrías añadirle los fideos porque quedaría muy pastoso.
Volvemos a poner la olla al fuego y ponemos un puñadito de fideos por persona. Pueden ser fideos o la pasta de sopa que más os guste, el tiempo dependerá de la que utilicéis. Yo pongo fideos cabello de ángel que en dos minutos están hechos y no consumen tanto caldo.
Ya lo tenemos todo, servimos la sopa en los platos y una buena cantidad de pollo en trocitos. Para mí tiene un color de lo más apetitoso. Se le puede añadir una cucharadita de aceite de oliva en crudo, que en realidad es como mejor se aprovechan los beneficios del aceite de oliva.
¡Espero que os haya gustado!