SOPA CHINA DE POLLO
Estoy encantada con esta sopa china. Generalmente cuando pruebo receta nueva, siempre le encuentro algún pero y la repito con algún cambio. Y si al final me convence, entonces la publico en este blog.
Pero esta sopa es que me ha salido redonda a la primera, no le quito ni le añado nada, me encanta tal cual!
Me gustaría decir de dónde saqué la receta pero la tenía copiada en una libreta, y ni idea de dónde la copié, pero desde luego la haré muchísimas veces.
Sobre la receta, parece más complicada de lo que es en realidad, de hecho es una sopa la mar de fácil y una vez que la has terminado te das cuenta de que era facilísima.
Vamos allá:
Ingredientes:
- 200 gr. de pollo (pechuga o contramuslo)
- 100 gr. de jamón de york
- 1/2 repollo pequeño o 1/4 si es muy grande
- 1 zanahoria grande
- 1 y 1/2 l. de agua
- 1 pastilla de caldo de pollo
- 2 Cdas. de aceite de oliva
- 2 Cdas. de maizena + 4 Cdas. de agua
- 2 Cdas. de salsa de soja
- 3 Cdas. de vinagre de manzana
- 1 huevo
- 3 o 4 gotas de aceite de sésamo
Elaboración:
Para tenerlo todo preparado y empezar en condiciones, cortamos el repollo en tiras finas, la zanahoria en bastones también finitos y el pollo y el jamón también en tiras. Yo siempre prefiero contramuslo que pechuga porque me parece demasiado seca.
Empezamos poniendo a hervir el agua con la pastilla de caldo de pollo, y cuando esté disuelta le añadimos 2 cucharadas de aceite de oliva. Podría hacerse con caldo casero, pero para mi que me encanta la comida china, las pastillas de caldo le dan un sabor mucho más parecido a lo que esperamos. No sé exactamente qué llevan esas pastillas pero el caso es que le dan el sabor adecuado.
Ahora que el caldo está hirviendo, incorporamos el pollo. En unos minutos habrá cambiado de color y entonces añadimos la zanahoria. Dejamos unos minutos que hierva y añadimos el repollo en tiras. Esto lo dejaremos por lo menos diez minutos a fuego medio-bajo. Es el momento de añadir el jamón de york en tiras y dejar que siga hirviendo lentamente unos minutos más.
Mientras hierve la sopa lentamente, disolvemos la maizena en las 4 cucharadas de agua, y también le ponemos las 2 cucharadas de soja y las 3 de vinagre de manzana, queda igualito que un café con leche.
Añadimos esta mezcla a la sopa. Esto sirve para dos cosas, en primer lugar la maizena hará que el caldo espese un poquito (mínimo pero necesario) y en segundo lugar la soja le dará el punto de sal porque hasta ahora no le habíamos añadido nada más que la pastilla de caldo.
Ahora vamos con los típicos hilitos de huevo que llevan las sopas chinas. Lo más cómodo es meter el huevo batido en un biberón de cocina, así salen los hilitos muy finitos. Echamos el huevo con el biberón y a la vez removemos con una cuchara de madera.
Retiramos la sopa del fuego y le añadimos unas 4 gotas de aceite de sésamo. A mi el sabor final me encantó, no sé hasta qué punto es necesario el aceite de sésamo pero si lo tienes se lo pones.
Por último la probamos de sal y si hubiera quedado algo sosa entonces le ponemos un puntito de sal. Para mi no fue necesario pero en casa algunos le pusieron una pizquita.
Tiene un colorcito y una pinta buenísima!