SEPIA GUISADA CON PATATAS
La sepia es un bicho raro, raro. Es feucha, de ojos tristones, pero te puedo decir que es todo corazón... más que nada porque tiene tres. Y para colmo su sangre es de color verde-azulado. Esto tiene una explicación científica pero te la voy a ahorrar (de nada).
Además, a diferencia de los calamares, tiene un hueso interno (de calcio) que sólo tienen las sepias y que todos hemos visto cientos de veces. ¿Sabes esa cosa blanca dura con forma ovalada que se les pone a los pájaros para cuidar el pico y los huesos? Pues eso es el hueso de la sepia.
Ahora te voy a contar cómo la he cocinado, porque es rara, fea y todo lo que quieras, pero bien rica que está, verdad?
Ingredientes:
- 1 sepia (3/4 kg aproximadamente)
- 4 patatas grandes
- 1 cebolla
- 1 o 2 cucharadas de tomate frito
- 1 vasito de vino blanco
- 1 lata pequeña de guisantes (150 gr.)
- sal y aceite de oliva
Elaboración:
1. Limpiamos bien la sepia y la troceamos. Salamos los trozos y los salteamos en una cazuela con un poco de aceite de oliva. La sepia soltará un poco de agua, retírala con un cazo pero no la tires, resérvala en un recipiente para añadirla más tarde. Sigue salteándola un poco (si hace falta le añades un poquitín de aceite de nuevo) y luego la reservas en un plato.
2. En la misma cazuela pochamos la cebolla (si hace falta le añades un poquito más de aceite), y cuando esté transparente le añadimos el tomate frito, rehogamos un poco e incorporamos la sepia.
3. Ahora ponemos el vino blanco y lo dejamos unos minutos a fuego vivo para que reduzca el alcohol.
4. Incorporamos las patatas cortadas en dados, salamos un poco y cubrimos con agua y con el caldo que guardamos al principio de saltear la sepia. Bajamos el fuego y dejamos que el guiso se haga tranquilamente hasta que las patatas estén tiernas. Dale vueltas de vez en cuando.
5. Unos minutos antes de apagar el fuego añadimos los guisantes, dejamos que haga chupchup un poquito y listo.