POLLO AL HORNO CON VINO BLANCO
Yo ya lo intuía, que lo único que se salva de la crisis es el pollo, por eso están los supermercados repletos de pollos por todas partes. Ayer escuché que el consumo de pollo se ha disparado con la crisis una barbaridad, es lógico porque es una proteína buena y barata que le gusta a todo el mundo. Además permite tantas preparaciones que podrías comer pollo diferente los 365 días del año, y me quedo corta porque en cada país hay cientos de maneras de prepararlo (igual aquí me he pasado) según los ingredientes propios de cada sitio.
Pues esta es una más, muy fácil como siempre y con muy pocos ingredientes, que además son los que tenemos en casa normalmente. Es de horno, aprovechando que nos ha visitado la lluvia por primera vez en todo el santo verano y que han bajado un pelín las temperaturas, así que cinco minutos de preparación y que el horno haga su trabajo, que el mío este verano ha tenido demasiadas vacaciones.
Como véis las cantidades son para dos personas, los que estábamos para comer en casa.
Ingredientes (2 personas):
- 2 traseros de pollo
- 2 dientes de ajo
- perejil
- 2 o 3 cucharadas de pan rallado
- mantequilla Lorenzana
- 1 vasito de vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Encendemos al horno a 190ºC ( ventilador)
Lavamos y secamos los traseros de pollo y los sazonamos con sal. Los colocamos en una fuente de horno engrasada con un poquito de aceite de oliva. Picamos los ajos y el perejil y los mezclamos con el pan rallado. Añadimos al pollo el vino blanco y después lo cubrimos con el pan rallado, una buena capa, y por último ponemos un trocito de mantequilla encima de cada trozo.
Metemos el pollo en el horno ya caliente y lo dejamos por lo menos 45 minutos. Si la capa de arriba no ha quedado tostada todavía, encendemos el gratinador unos minutos para que quede crujiente.
¡Que tengáis un buen día!
