TRUFAS DE CHOCOLATE
Me encantan las pelis de los años 50, los estereotipos de la época, con esa señora esperando a sus invitados peinadísima, el collar de perlas, el delantal monísimo con volantes atado con un nudo perfecto en la cintura, y sobre todo, esos tacones de aguja que son lo más para cocinar. Yo voy todo el día hecha una piltrafa hasta que lo tengo todo controlado, pero he aprendido con el tiempo varias cosas: primero, no se te ocurra hacer algo por primera vez, es la mejor manera de que te salga mal. Segundo, cuánto más sencillo mejor. Y tercero, pregunta con antelación a tus invitados si hay algo que no pueden comer o no les guste en absoluto. Esto último es básico, no sea que te pegues toda la mañana o la tarde haciendo algo que sólo te gusta a ti, y no hace ninguna gracia improvisar un plan b a toda prisa.
Pues hoy vengo con lo segundo, para variar, cuanto más sencillo mucho mejor! ¿A quién no le gustan las trufas? Después de una cena qué mejor que terminar con un poco de chocolate, sobre todo si lo puedes dejar hecho desde el día antes.
Esto es lo que he hecho aprovechando unas estupendas mantequillas Lorenzana, que han tenido el detalle de enviarme hace unos días. El proceso de producción de esta mantequilla es totalmente artesanal y más lento, para conseguir una mantequilla con una textura más suave, y sólo utilizan leche de vaca procedente de las ganaderías más selectas de Asturias.
Vamos con las trufas:
Ingredientes:
- 300 gr. de chocolate negro (he usado Nestlé postres)
- 200 gr. de chocolate blanco
- 1 bote pequeño de leche condensada
- 100 gr. de mantequilla Lorenzana
- 1 chorrito de brandy (sin pasarse)
- 150 gr. de fideos de chocolate
Elaboración:
Derretimos al baño maría los chocolates y cuando empiecen a derretirse añadimos la mantequilla y mezclamos bien. Luego añadimos el brandy y la leche condensada. Removemos bien para integrarlo todo.
Colocamos la mezcla en un recipiente (mejor no muy hondo) y dejamos en la nevera durante 4 horas.Si hay prisa se puede meter en el congelador para acelerar el proceso. Pasado ese tiempo sacamos de la nevera y hacemos bolitas. Yo he usado un sacabolas y he terminado de redondear con los dedos. Es un poco pringoso, pero merece la pena. Por último las rebozamos en los fideos de chocolate y las dejamos de nuevo en la nevera.
Ojo!! Como todo el mundo sabe, son adictivas...
