MERMELADA DE NARANJA



Mermelada de naranja



Hasta que no empecé a hacer mermeladas en casa me preguntaba para qué hacer algo que te venden en todas partes, de todos los sabores y de todos los precios. La respuesta es que nunca, nunca, vas a encontrar ninguna mermelada industrial que sepa como las caseras,  por mucho dinero que pagues por un frasco "de la abuela" o algo parecido.

Para hacer mermelada de naranjas necesitas un poco de paciencia y naranjas en abundancia porque una vez que le has quitado la piel y todo lo blanco que puedas, se quedan en la mitad. Si la que te gusta es la de naranjas amargas estás de suerte porque es justamente la parte blanca lo que le da el amargor. A mi no me gusta así que le quito todo lo que puedo (todo, todo, es casi imposible) para que quede bien dulce. 

Al contrario que otras mermeladas en que dejas macerar la fruta con el azúcar durante un tiempo, en la de naranja se le pone casi al final con el limón que actúa de conservante, así que hay que ponerlo (no te olvides). La cantidad que he puesto en los ingredientes es la que yo hice, no significa que tengas que hacerla con las mismas cantidades, sólo tienes que fijarte en que la cantidad de azúcar sea la mitad del peso de las naranjas una vez peladas.

Ingredientes:
- 1,3 kg. de naranjas (después de pelar y quitar lo blanco)
- 650 gr. de azúcar
- el zumo de un limón

Elaboración:
1. Lava y seca las naranjas. Con un pelador de patatas es más fácil quitar la piel a dos de ellas sin llevarte casi nada de blanco. Haz tiras finitas con un cuchillo y resérvalas. Si haces menos cantidad, con la piel de una será suficiente.
2. Pela el resto de las naranjas, todas sin la parte blanca que es la que amarga, y pésalas. Las mías pesaban más de dos kilos y se quedaron en 1.3 kg. Calcula ahora la mitad de ese peso en azúcar.



3. Trocea la pulpa y añade las tiras de piel que reservamos anteriormente. Pon todo a hervir en una cazuela durante 40 minutos. Una vez que empiece a hervir, baja el fuego y remueve de vez en cuando, y vigila que no se pegue.
4. Una vez que ha pasado el tiempo, incorpora el azúcar y el zumo de un limón exprimido. Remueve bien y vuelve a ponerlo al fuego entre 10 y 15 minutos. Verás como empieza a espesarse y tener el aspecto de mermelada. Y aunque no te parezca demasiado espesa ten en cuenta que al enfriarse espesará todavía más.



Si quieres conservarla durante tiempo, rellena los botes que habrás esterilizado previamente, tápalos y vuélcalos para que hagan el vacío al enfriarse y los puedas conservar en condiciones. Si los vas a consumir pronto, guárdala en botes y consérvala en la nevera. 


Un color maravilloso, no te parece?


Nota: Además de untar unas ricas tostadas o para hacer postres, con la mermelada de naranja se pueden hacer unas salsas estupendas para platos de carne.

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