CONEJO GUISADO


Conejo guisado



Nunca  he tenido un conejo de mascota. Sé que hay mucha gente que se niega a comer conejo por ese motivo y lo puedo entender, y si yo me hubiera criado en una granja seguramente tampoco comería pollo, ni cerdo ni ternera... o si, no lo tengo tan claro. Sé que no me comería ningún animalito al que le hubiera puesto un nombre. O alguien sería capaz de sentarse a la mesa y ser tan cruel para decir algo así como "niños, hoy nos estamos comiendo a Blanquita"... qué horror!!

Luego está el tema de la conveniencia o no de la cría de animales para la alimentación humana, aunque creo que es muy difícil ser coherente al cien por cien en estas cosas. Quiero decir que desde nuestras sociedades opulentas, a pesar de la crisis, nos podemos plantear un debate ético sobre ésto, pero la cosa cambia cuando pensamos en millones de niños que mueren cada año por desnutrición. Creo que el debate no es si se debería comer carne o no,  sino el reparto tan desigual y sobre todo la cantidad de comida que acabamos tirando, y no me refiero únicamente a España, hablo en general del mundo desarrollado.

Bueno, acabado el mitin, vamos con la receta que está de rechupete, pero de verdad de la buena:


Ingredientes:
- 1 conejo troceado
- 3 o 4 rebanadas de pan
- 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante)
- tomillo
- 1 hoja de laurel
- 3 dientes de ajo
- aceite de oliva
- 1 vasito de vino blanco
- 1 vasito de agua
- 1 cucharadita de maizena disuelta en un poquito de agua fría

Elaboración:
En un poco de aceite de oliva sofreímos los ajos picados, las rebanadas de pan, el higadito troceado del conejo y una hoja de laurel. Sacamos todo esto de la cazuela, excepto la hoja de laurel, escurriendo todo el aceite que podamos y lo ponemos en el mortero para machacarlo junto con el pimentón. Hacemos una pasta con todo esto.


En la misma cazuela  y con el aceite que ha sobrado, sofreímos el conejo sazonado con sal y pimienta. Vamos dandole vueltas para que se dore por todos lados. Cuando ya esté bien dorado añadimos la pasta que hemos hecho en el mortero y añadimos el vasito de agua y el vasito de vino blanco. Removemos todo junto y dejamos que se vaya haciendo a fuego lento hasta que el conejo esté hecho del todo.


Por último ligamos un poco más la salsa con la maizena, probamos de sal y rectificamos si lo necesita.


¡Esto ya está!



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