PASTA CON SALMÓN AHUMADO


Pasta con salmon ahumado


Soy un poco maniática sin sentido, es decir la mayoría de mis manías son absurdas, como todas las manías por otra parte. Por ejemplo, una de mis manías son los cuadernos de cuadros. Me da igual las tapas que es en lo que todo el mundo se fija, a mi las tapas me dan igual, lo que me importan son los cuadros, tienen que ser de un tamaño concreto, de color gris clarito muy clarito, las hojas satinadas para que el rotulador (odio los bolis) se deslice como a mi me gusta, y más cosas absurdas. Otra manía es que cuando voy a pagar la compra del super voy ordenando todo por "temas" en las bolsas mientras la cajera se suele desesperar, jajaja, no me extraña, y que no se le ocurra meter algo en la bolsa que no toca...
Con la comida también soy maniática, el jamón tiene que ser de la última parte de la pata, el pescado no lo compro nunca en rodajas, en fin,  más  vale que no soy supersticiosa (ser supersticiosa da mala suerte). Total que esto viene a cuento porque me encanta el salmón ahumado pero sin mezclar con la pasta. Con otras cosas si me gusta mezclarlo, pero no con la pasta, jajaja, ya se que es ridículo, así que llevaba mucho tiempo pensando en esta receta y ya está, fuera una manía. Y esta pasta está de lujo!

Ingredientes:
- 400 gr de pasta corta
- 150 gr de salmón ahumado
- 2 cucharadas de mostaza a la antigua
- 1 cucharada de miel
- 150 ml de leche evaporada
- 250 ml de caldo de verduras o de pescado
- 1 cebolla
- 2 cucharaditas de eneldo fresco
- 1 cucharada de harina
- aceite de oliva virgen extra

Elaboración:
Hervir la pasta al dente y reservar mezclándola con una cucharada de aceite. Yo he utilizado Amorelli que me parece muy chula.
Sofreímos la cebolla con un poco de aceite y cuando esté transparente añadimos una cucharada de harina, rehogamos un poco y añadimos el caldo y la leche evaporada. Cuando haya espesado un poco agregamos la miel y la mostaza y damos unas vueltas. Sazonamos con sal (y si queréis pimienta). Ahora le ponemos el salmón en tiras y un par de cucharaditas de eneldo fresco picado. Mezclamos todo esto con la pasta reservada.



La verdad no me explico porqué le tenía manía a esto porque está buenísimo!




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